Los muiscas (muyska: persona, gente) o chibchas son un pueblo indígena que habitó el altiplano cundiboyacense y el sur del departamento de Santander, en Colombia, desde el siglo VI a. C., y cuyos descendientes directos viven actualmente en localidades del distrito de Bogotá como Suba y Bosa, y en municipios vecinos como Cota, Chía y Sesquilé. Una parte importante de la población actual de la Cordillera Oriental de Colombia es resultado del mestizaje de los muiscas con otros pueblos, particularmente con los españoles. La lengua original de este pueblo fue el muyskkubun, de la familia lingüística chibcha.Actualmente es una lengua muerta, pues el 16 de abril de 1770, mediante Real Cédula, el rey Carlos III de España prohibió el uso de lenguas indígenas en sus dominios. Sin embargo, existen proyectos para revitalizar la lengua, tal como se hizo en el caso del idioma hebreo.
Organización sociopolítica
La confederación muisca era la unidad político-administrativa conformada en el momento de la llegada de los conquistadores, en 1537. La conformación presupuso el predominio de los psihipkua, jefes o caciques, dentro de cada comunidad. El origen y parte de la explicación de unidades políticas que trascendían la comunidad debe buscarse en los lazos de parentesco, como los que existían entre los caciques de Bacatá y Chía, Tunja y Ramiriquí o Duitama y Tobasía. Aunque la necesidad de unirse para ejecutar obras, comerciar o aliarse temporalmente durante las guerras haya desempeñado también un papel en la articulación confederal, entre los muiscas la tendencia preponderante llegó a ser la sujeción de las comunidades más débiles por las más fuertes, por medios militares.
El cacique dominante dentro de una confederación respetaba el gobierno autónomo de los caciques subordinados y mantenía la territorialidad de las respectivas comunidades, pero se convertía en el máximo jefe militar y además en el detentador final y principal beneficiario de un sistema de tributos comunitarios que ha sido documentado. Operaba una superposición de estructuras de caciques y comunidades dominantes, subdominantes y dominados, a la que le correspondían caciques de jerarquía diferente, que los españoles denominaron señores (psihipkua),caciques (uzake, eran convocados a los consejos), capitanes (sybintiba) y capitanes menores (utatiba).Se heredaba el cargo por línea materna.
Gobernantes muiscas
Al llegar los europeos, había dos confederaciones principales, la de Hunza (hoy Tunja), cuyo soberano era el Zaque y la de Bacatá cuyo soberano era el Zipa. Ambas confederaciones tenían relaciones políticas estrechas dada la afinidad étnica y cultural, pero mantenían rivalidad. Además de Bacatá y Hunza, los cronistas refieren la existencia independiente de las confederaciones de Duitama (Tundama), y Sogamoso.
La legislación muisca estaba basada en la consuetudine, es decir, en la fuerza de la tradición. Un determinado comportamiento más o menos aceptado por el común y aprobado por la máxima autoridad (zipa o zaque), era tenida por todos como fuerza de ley. En tal sentido dicha manera de legislar corresponde naturalmente al modo organizativo de una confederacion y de esta manera la normatividad muisca tenía un admirable nivel administrativo. Los recursos naturales no podían ser privatizados. Bosques, lagunas, páramos, ríos y recursos naturales en general pertenecían al bien de todos.
Economía
Era una sociedad agrícola que tenía un complejo sistema de regadíos. Otras actividades económicas fundamentales eran la orfebrería y la cerámica. Se conservan piezas únicas del arte precolombino muisca de figuras de extraordinaria fineza.
De manera muy especial hay que mencionar la producción textil muisca. Al respecto dice Paul Bahn que las culturas andinas dominaron todas las técnicas de tejido y decoración y ya para el 3000 a. C. habían desarrollado los textiles de algodón y producían tejidos de extraordinaria delicadeza superiores en muchos casos a los contemporáneos. La arqueóloga Sylvia Broadbent quien estudió tejidos pintados de algodó, concluye que las técnicas de los muiscas eran complejas para producir telas de una sola pieza con innumerables entretejidos y una gran capacidad para resistir el tiempo.
El mercado era sitio obligado de la economía de las comunidades, que practicaban la compra-venta y aún más el trueque. Allí se cambiaban productos de primera necesidad como el maíz, la sal,miel, frutas, granos y mantas e incluso artículos de lujo como plumas de pájaro, cobre, algodón, coca y caracoles marinos importados desde el territorio Tairona. Bacatá, Chocontá Pacho y Hunza tenían los más grandes mercados de todo el territorio. La moneda general eran unos «tejuelos» redondos de oro, aunque esmeraldas, sal, coca y mantas de algodón también fueron usadas como equivalentes monetarios o para facilitar el trueque.
Los muiscas constituían y constituyen una sociedad agrocerámica y manufacturera perteneciente a la región andina del norte de Suramérica. La manera de organización política ya descrita los hacía una unidad cultural compacta y disciplinada. Los aportes de los muiscas a la identidad nacional colombiana hoy son incuestionables, más aún porque la Confederación chibcha no era otra cosa que la máxima representación político-organizativa de una cultura y una familia lingüística mayor. El estudio de la cultura muisca es motivo de permanente investigación y ello contribuye en parte a entender la identidad del colombiano.
Religión
Los sacerdotes se formaban desde la infancia y eran los responsables de dirigir las principales ceremonias religiosas. Nadie más que los sacerdotes podía entrar al interior del templo. La religión muisca contemplaba los sacrificios humanos, pero es probable que a la llegada de los españoles estos hubieran desaparecido tiempo antes y los relatos de sacrificios humanos entre los muiscas sean historias transmitidas por tradición oral, pues no existe un testimonio de primera mano que mencione un sacrificio humano contemporáneo a la presencia de los españoles. En todo caso las fuentes coinciden en que cada familia debía ofrecer un hijo a los sacerdotes, el cual era criado por ellos como persona sagrada y a los 15 años era sacrificado a Xue, lo que constituía un honor para la familia y para la víctima. Junto a las actividades religiosas, los sacerdotes participaban de la vida de la comunidad con recomendaciones acerca de la agricultura o mediando en casos de conflicto entre los líderes políticos.
Arquitectura
Los muiscas construían sus casas utilizando como principal material la caña y el barro para hacer las tapias llamadas bahareque. Las casas comunes eran de dos formas: unas cónicas y otras rectangulares. Las primeras consistían en una pared en círculo hecho de palos enterrados como pilares más fuertes sobre los cuales se sostenía de lado y lado un doble entre tejido de cañas cuyo intersticio era tupido de barro. El techo era cónico y cubierto de pajas aseguradas sobre varas la profusión de tales construcciones en forma cónica en la sabana de Bogotá, dio origen a que Gonzalo Jiménez de Quezada le diera a esta altiplanicie el nombre de Valles de los Alcázares. Las construcciones rectangulares consistían en paredes paralelas también de bahareque, como las anteriores, con techo en dos alas en forma rectangular.
Tanto las construcciones cónicas como las rectangulares tenían puertas y ventanas pequeñas. En el interior el mobiliario era sencillo y consistía principalmente en camas hechas también de cañas, llamadas barbacoas, sobre las cuales se tendía una gran profusión de mantas; los asientos eran escasos pues los indígenas solían descansar en cuclillas en el suelo. Además de las casas comunes existían otras dos clases de construcciones: una para los señores principales, probablemente el jefe de la tribu y del clan, y otras para los jefes de las confederaciones chibchas, como los Zaque y los zipas.
HistoriaLa historia precolombina de los muiscas es en realidad pobre por la pérdida de mucho material que permita una reconstrucción detallada a causa de las guerras de conquista durante el siglo XVI. Todo lo que sabe de los muiscas precolombinos es gracias a la tradición oral, las crónicas de los conquistadores y a las excavaciones arqueológicas adelantadas especialmente después de la Independencia.
AntecedentesLas excavaciones realizadas en el área del altiplano cundiboyacense dejan evidencias de una gran actividad humana en ese territorio a partir del periodo arcaico, es decir, hace más de 10.000 años, al inicio del Holoceno. Ello terminó una hipótesis tenida como válida durante el siglo XIX que los muiscas habían sido los primeros habitantes del Altiplano. Colombia cuenta además con uno de los yacimientos arqueológicos más antiguos del continente, El Abra cuya edad es datable incluso hasta de hace 13.000 años. Otros vestigios arqueológicos relacionados con El Abra determinan una cultura agrícola denominada abriense. Por ejemplo en Tibitó se encontraron artefactos abrienses datados a partir del 9740 a. C. y en la Sabana de Bogotá, en el abrigo de Tequendama otras herramientas líticas que datan de un milenio más tarde elaboradas por cazadores especializados. Entre los hallazgos más apreciados se encuentran esqueletos humanos completos del 5000 a. C. Los análisis han demostrado que los abrienses eran otra etnia diferente a los muiscas con lo que se termina la hipótesis de que estos ocuparon un territorio vacío.
Estética
-Alfarería y Cerámica:La alfarería se desarrolla en lugares cercanos a las fuentes saladas para hacer las gachas o moyos en que se compactaban los panes de sal. Los grandes talleres de cerámica artística, estuvieron en los pueblos circunvecinos a Tocancipá, Gachancipá, Cogua, Guatavita, Guasca y Ráquira, cuyas arcillas especiales ofrecían materia prima excelente para estas labores.
Los Alfareros chibchas, con los artificios de su tosca industria llenaban otras necesidades, tales como: husos y torteros de hilandería, rodillos labrados para impresión de relieves, bruñidores, crisoles y matrices de fundición, ocarinas y otros instrumentos musicales, así como multitud de pequeños implementos cuya aplicación no se ha podido establecer.
-Orfebrería:
Los Muiscas fueron magníficos orfebres; fabricaban figurillas y objetos de adorno, como diademas, collares, narigueras, tiaras, pulseras, pectorales, mascaras y los famosostunjos decorados con hilos de oro y, en general, figuras antropomorfas y zoomorfas planas.
Los chibchas o muiscas obtenían el oro por transacción con las tribus vecinas. Trocaban esmeraldas, mantas y algodón por oro. Aleaban el oro argentífero nativo en proporción variable con el cobre puro y obtenían así aleaciones de color bronceado, conocidas en Colombia con el nombre de tumbaga.
Arte Rupestre:En el territorio Chibcha especialmente en Facatativá, Bojacá, Fusagasugá y en algunos sitios de la región ocupadas por los Guanes se encuentran piedras, generalmente grandes rocas, con dibujos indígenas con tintas indelebles. Suelen hallarse las mismas formas o figuras talladas en rocas. En Facatativá las piedras de Tunja con sus corpulentas masas geológicas, aparecen tatuadas con estas pinturas a tinta roja encendida, como testimonios callados, como garabatos prehistóricos que muestran la huella que dejo un pueblo en su peregrinación de siglos.
Es una de las manifestaciones arqueológicas más importantes de esta área, aunque algunos arqueólogos opinan que proceden de una época anterior a la llegada de los pueblos de lengua Chibcha a esa zona. La arquitectura Chibcha fue muy simple, no utilizaban piedra sino madera y paja.
Mi opinion sobre la salida a el museo me parecio muy excelente porque conocimos toda la historia sobre estos antecesores y fue algo muy chevere y de ambiente arqueologico como tal.